BARAKA, MÁS ALLÁ DE LO SUPERFICIAL

“La belleza es el acuerdo entre el contenido y la forma”. Estas palabras de Henrik Ibsen nos confirman que la belleza no solo está en lo estético, sino que también hay belleza en lo que se expresa de manera clara y coherente; en un contexto arquitectónico, cuando lo que se construye, expresa de manera clara su funcionalidad. Baraka presenta varias construcciones que giran en torno a esto y son los diferentes templos sagrados. Además de las construcciones, podemos ver este concepto en los personajes que aparecen durante la película. Estos se presentan de manera clara y real, sin fingir emociones o sin ningún tipo de estética añadida representando perfectamente la cultura de los países.

                  Los templos que aparecen a lo largo del documental no solo tienen una representación en la cultura, sino que hablan por sí solos acerca de otras cosas. Por ejemplo, los templos hindúes tenían muchas esculturas que tenían un propósito didáctico. Los templos eran diseñados para enseñar. Hasta el día de hoy podemos ver templos con dibujos en los techos y con esculturas, y no los hicieron por estética, sino para representar historias, o figuras importantes dentro de la religión. También estos establecimientos indicaban poder. El lenguaje visual, la simetría, el tamaño; todos estos tenían un propósito, que además de la belleza, era para legitimar el dominio de reyes y sacerdotes. Ese es el verdadero balance entre la belleza y lo funcional.

                  La belleza de lo humano también está presente en la película. Lo podemos observar al principio con las personas que aparecen haciendo rituales, como también al final, en una sociedad que trabaja día a día. Al inicio, cada persona se presenta como es, según lo que cree. Puede parecer que estén locos, pero están viviendo una vida transparente y alineada a su religión, donde todos son iguales. Más adelante podemos ver como la perspectiva del humano cambia. Hay una evolución significativa y un crecimiento intelectual importante, lo cual hace que nos podamos relacionar mejor con cada persona y eso hace que sea más bonito y más agradable de ver.

                  En conclusión, Baraka nos lleva a contemplar la verdadera belleza, la cual  va más allá de lo exterior o lo estético. Esta nos enseña que lo hermoso no está en lo que vemos, sino en cómo lo vemos. Y también nos enseña a abrazar nuestra cultura porque cada cosa (ya sea material o personal) representa algo importante dentro de ella.